El último guardián: la gran pelea por hacerle un lugar al middle grade argentino
Gracias a la editorial por el ejemplar. Pueden leer la sinopsis aquí.
El último guardián es una bella sorpresa que me llevé al abrir sus páginas. No solo por sus bellísimas ilustraciones en el interior, sino por una historia llena de amistad, misterio, aprendizaje y amor por los animales.
Emilia es una niña que extraña a su abuelo, que murió hace unos años, y que junto a su padre llevará sus cenizas a algún lugar de España que no solo nunca visitó, sino que tampoco sabía que su abuelo conocía. Se despide de su madre, de la novia de su padre y se embarca en una aventura que incluirá un secuestro, animales que hablan y el descubrimiento de su verdadera naturaleza... y la de su familia.
El último guardián es un libro muy específicamente escrito y editado para niñes (así que si sos une adulte que juzga a les niñes por lo que leen, juira): capítulos cortos que se van alargando de a poquito hacia el final, poca profundidad en muchos temas para no causar una sobrecarga innecesaria, temáticas importantes para esa edad, como amigues, archienemigues (que lo son porque sí, sin una razón coherente para les adultes) y el nacimiento del amor adolescente.
A medida que une va avanzando en la historia se va sorprendiendo de la verdadera profundidad de esta: ya no es solo el hecho de la verdadera naturaleza de Emilia y su familia, sino diferentes corrientes de pensamiento (la eliminación total de les wardjalis, la eliminación total de les humanes...), historia de las especies, diferentes escuelas (Casa de Fieras está en Europa, hay otra en Florida y probablemente algunas más de las que aún no sepamos) y todo un universo aún por descubrir en sus continuaciones.
Y eso es lo más interesante de esta historia, bella por donde se la mire: abre un universo a les lectores hispanohablantes en el que se podrán imaginar siendo parte de la Casa de Fieras, transformándose en un animal y practicando con su entrenador favorito. ¿Le preguntabas a tus amigues qué casa de Hogwarts eran? Ahora vas a poder preguntarles en qué animal se convierten si son wardjalis, o si creen que en el fondo son Wardjas.
No solo es un gran libro para niñes y preadolescentes: es una gran victoria para la literatura hispanohablante y sobre todo, and I can't stress this enough, para la latinoamericana y argentina. Conquistar el mercado de la literatura juvenil y middle grade (o, como mínimo, ser una presencia importante en él) es algo muy difícil e imposible al corto plazo, y quizás al mediano, también, pero de a poquito se ganan batallas que hacen de ese objetivo algo un poco más alcanzable. Hace poco les hablé de Furia de Yamile Saied Méndez y también está el ejemplo de Romina Russell-Garber, dos argentinas que libro a libro se hacen lugar en el mercado estadounidense. Hace poco también comenté sobre cómo Ediciones Urano está sumando autores argentines a su catálogo, como Tiffany Calligaris con Cisne de noche y cristal, Matías G.B. con El guerrero oculto y el mismo Casa de Fieras, un juvenil y dos middle grade.
El último guardián es la primera entrega de Casa de Fieras, una ¿saga? ¿Trilogía? Middle grade que promete crear un mundo muy bello para niñes y no tan niñes, con una autora amorosa que nos presenta sus historias con un estilo especial para niñes y que junto a otros títulos viene a saldar una deuda que tenemos hace mucho: darles a les jóvenes argentines literatura producida por sus pares nacionales. Hay mucha literatura infantil escrita por autores argentines (nunca la suficiente), pero muy poca middle grade y juvenil.
¡Hola, querides lectores! ¿Cómo andan? ¿Tan desesperades por bajar su lista de pendientes como yo?
Si lo están, llegaron a la entrada indicada: hace poco más de un año estoy luchando para bajar mi TBR lo máximo posible, por lo que hace más de 12 meses estoy probando distintas cosas para llegar a un objetivo de lectura decente. Llegué a tener unos 500 libros sin leer. Sí, quinientos. En una habitación de 2,5x3,5 que tiene cinco bibliotecas y es a la vez mi habitación y mi oficina.
Se ve que todavía no me echaron de casa porque me agarraron cariño o algo por el estilo.
Grasiadió |
Aquí les dejo algunas cosas que me sirvieron o que no me sirvieron a mí por cómo soy como lectora, pero que les pueden servir a ustedes.
El trágico destino de Birdie Bloom: el libro que te enseña a relacionarte con los libros
Gracias Ediciones Urano/Puck por el ejemplar. Pueden leer la sinopsis acá.
Birdie Bloom (me da un poco de fiaca escribir el nombre entero) es un libro que estuvo esperando en mi biblioteca durante un tiempito. No solo porque originalmente me lo dieron por trabajo, sino que, como sabrán si leyeron mi entrada sobre leer siendo una mood reader, estaba esperando al momento indicado, y ese momento no llegó hasta unos tres o cuatro días antes de empezarlo, donde el nombre de este libro era lo único que tenía en la cabeza.
Así que lo abrí, comencé a leer y lo terminé en unos días.
Es un libro con el que me costó conectar, desde las problemáticas y los personajes hasta, y principalmente, el estilo de narración. Pero ojo: esto es algo bueno. Yo soy una muxaxah de casi 26 años y este es un middle grade: no está hecho para mí. Ni siquiera está pensado para que lo lean adultes. La autora conoce bien al público al que está dirigido, está clarísimo que lo tiene siempre en mente, y una mujer de 25 años no es parte de ese público.
El libro trata sobre Birdie Bloom, una Trágica (es decir, una niña que tiene como único futuro su Trágico Final, a diferencia de les Triunfantes, que son les que se llevan todas las coronas de flores y Finales Felices) que, como cualquier otra Trágica, no habla con otres, no tiene amigues, lo único que hace rutinariamente es practicar para su Trágico Final con sus compañeres en el Hogar para Trágiques en el que vive.
Lo positivo de este libro, si estás leyendo esta reseña y tenés una edad parecida a la mía, es que soy una persona que no tiene problema alguno en abandonar libros si no me convence la temática, la narración, el tono, etcétera. Es decir, a pesar de que no me atrapó porque desde lo más objetivo del mundo no es una historia hecha para alguien como yo, seguí leyendo porque la historia es preciosa y tiene tantos, tantos elementos analizables desde la realidad de les niñes...
Los personajes, si bien siguen la historia que el Canciller les dio a seguir (les Trágiques terminan con su Trágico Final, les Triunfadores con sus Finales Felices, las brujas malas son malas y las buenas son buenas, etcétera), tienen pequeñas características que los hacen no solo interesantes y únicos, sino, además, personas con las que te podés identificar.
Les niñes van a poder verse en Birdie Bloom, pero no por si destino de Trágica ni las cosas malas que le pasan, sino porque, quizás, son tímides y no hablan con mucha gente (o con nadie, si vamos a lo literal), o tiene poques amigues (o ningune), sueña con algo más, etcétera. Puede, también, identificarse con Cricket (no es muy buena hablando con gente pero sí con su rata-mascota: Chispita), con Ralph (es muy travieso y la gente lo juzga por eso, pero en realidad en el fondo lo único que quiere es ser él mismo), con Francesca (la teacher's pet que nadie quiere, pero que, en realidad, muy en el fondo, quiere pertenecer tanto como el resto) o algún otro personaje.
¿De qué habla Birdie Bloom (y ese "habla" es algo litera, porque se comunica con el lector a través de notas al pie a lo largo de toda la historia)? Del poder que tiene la amistad, los libros, la escritura, las palabras. Nos habla de lo revelador que puede ser el leer libros e imaginarlos, de comunicarse con las personas y de hacer amigues. Habla, también (y creo que esto es lo más importante), a no enfrentar los problemas en soledad y de buscar ayuda en sus pares (¡bien! ¡Amistad!) o en adultes (¡bien! ¡Importante para comunicar problemas y "secretos" que pueden dañarles!). También habla de no mantener secretos entre amigues, lo cual también está piola para las temáticas más sensibles y aprender a confiar en adultes (como en Agnes Prunella Crunch o Sir Ichabod), pero, a la vez, a desconfiar cuando algo les suena raro.
En resumen, es un libro precioso, con una historia muy bella y una increíble narración para les más peques. Aprovecha un plot que para un adulte quizás avanza muy lento para generar un lazo tan fuerte con el lector como lo hace Birdie con sus amigues, y eso me parece valiosísimo para un lector pequeño que recién está comenzando a desarrollar su vínculo con la lectura.
Que vivan los middle grade que te introducen en el mundo literario de la mano 😍
¡Cuéntenme ustedes!
Gracias a Algonquin Young Readers por el eARC. Pueden leer la sinopsis acá.
Bienvenidos a Foreshadow: una antología de historias cortas de autores nunca antes publicades introducidas por grandes estrellas de la literatura juvenil, como Adam Silvera, Becky Albertalli, Gayle Forman y un muy largo etcétera.
Foreshadow es un libro que te va a llevar a universos en los que brujas cantan llamando a chicas para que huyan de su hogar, donde una chica debe vigilar un portal para que demonios no entren a su mundo, un chico y una chica se encuentren varias veces en un juego de siete minutos en el paraíso por pura casualidad, un río que se cobra vidas y recuerda a aquelles que huyeron de él, y mucho más.
Acá va una mini reseña de cada libro, y luego mi devolución del libro en su totalidad:
Flight: 2/5. La reflexión final me gustó, pero no me convenció el resto de la historia. Entiendo que une entienda lo mismo que la protagonista porque no sabe nada, pero se hace por demás confuso y misterioso, y eso no me permitió disfrutarlo. No entendía qué estaba leyendo.
Risk: 5/5. Desagradable como La Metamorfosis (o lo que recuerdo de ese libro). Se pueden hacer muchas lecturas de esta historia y cada una de ellas es mejor que la anterior. Un muy buen ejemplo de cómo mantenerte enganchade desde el principio, y es más increíble aún siendo una historia corta. De mis favoritas.
Sweetmeats: 5/5. Sin duda leería un libro de esta historia corta. El manejo que tiene la autora del ritmo, de los personajes y de sus interacciones me pareció increíble. Una de mis favoritas.
Glow: 2.5/5. Ehhhh I love sapphic stories pero esta no me generó nada, y Naia la verdá no me gustó mucho como coprotagonista. Se sintió apurado. En esencia, trata del poder que toda chica tiene dentro de sí y el mensaje es empoderante, pero no se sintió/vio para nada en la historia.
Escape: 2/5. No me gustaron los tiempos de la narración ni las voces, y se me hizo larguísimo. Me gustó cómo la protagonista resuelve el problema principal, pero no el final.
Pan dulce: 1/5. No me gustó ni cómo está escrito, ni los personajes (la voz de la protagonista me pareció horrible), ni las temáticas. No quiero ser bestia porque es una historia muy personal para la autora, pero si no va a pasar nada en tu historia tenés que mantener al lector centrado en otra cosa: antes de que pase *eso* me aburría y después de *eso* (que dura menos de dos págians) me volví a aburrir. Lo que pasó no salvó al resto de la historia. Y no solo los personajes no me parecieron agradables sino que la narración es bastante sexista y roza lo slutshaming. No importa que pase en los 90: está escrito en la actualidad. Ya no permitimos esa falsa dicotomía linda =/= inteligente.
Solace: 4/5. Hermoso, bellísima narración y muy lindos personajes. El final fue un toque peli de Hallmark pero aún así me encantó. Sin duda leería un libro con esta historia, porque si en pocas páginas se transmite tanta angustia, tristeza y esperanza, IMAGINATE en un libro entero.
Princess: 4/5. La historia en sí no me interesó tanto, pero me encantó el worldbuilding y cómo en tan pocas páginas nos pintó un mundo tan claro con reglas que nos son (ponele) coherentes.
Fools: 5/5. Sin duda leería un libro sobre esto. Me encantaron los personajes, el mundo que creó la autora y el ida y vuelta entre Fan y Dimen. Para una historia corta desarrolló muy bien toda la historia. Una de mis favoritas.
Monsters: 5/5. Hermoso. Hermosa historia, hermoso desarrollo, hermosa prosa. Increíble cómo en tan pocas páginas podés comunicar tanto, desde el pasado de Milagros en Venezuela hasta dos años después, cuando vuelve a encontrarse con el monstruo. Sin duda leería un libro de esta historia, sería una hermosa saga middle grade que termine como YA.
Break: 5/5. Una historia linda, tierna y que se puede revisitar seguido para terminar con una sonrisa. Aire fresco de rom-com en el medio de otras historias cortas. ¡Amé a los personajes y es una de mis favoritas!
Resilient: 4/5. Me gustó mucho el tono esperanzador a pesar de la angustia de la historia. No es 5/5 porque siento que me faltó algo que no sé qué es, pero que probablemente podría encontrarlo en la misma historia pero en un formato más largo.
Belly: 3.5/5. Me gustó, me pareció una historia con fortaleza, pero me faltó algo. Ese algo es algo que puede desarrollarse en un libro, por ejemplo, pero que se queda muy corto en una historia de esta longitud. Una historia con demasiado poder para solo estar en una antología.
Me encantó ver nuevas narraciones en el YA. No es que todes escriban igual, pero sí hay algo muy normalizado y es ver los mismos 6 o 7 nombres en varias novedades cada año. No es algo malo: la mayoría está ahí por su mérito, su escritura, su relación con sus lectores, lo que sea. Cada uno de esos lugares fueron y son ganados todos los años, le guste a une ese autore o no.
Pero leer a personas de las que no tenía ningún tipo de expectativa fue liberador. No tenía ni idea ni de cómo narraban, ni de cómo iban a ser sus personajes ni sobre qué esperar de la historia. La mayoría me sorprendieron para bien, otras no me gustaron para nada, pero ahí está el valor de esta antología: eses autores encontraron nueves lectores que van a seguir sus historias.
Por ejemplo, en mi caso, Rachel Hylton (Risk), Linda Cheng (Sweetmeats), Gina Chen (Fools) y Sophie Meridien (Break) se ganaron una nueva seguidora en Goodreads: sin duda voy a estar atenta a qué vayan a publicar en el futuro, porque fueron mis cuatro historias favoritas de toda la antología.
¿Quieren un resumen? Foreshadow es un libro hermoso. No solo en relación a las historias, que pueden gustarte un poco más o un poco menos, sino por cómo fue concebido: grandes nombres del YA que atraigan al público y presenten a nuevas voces, que casi siempre quedan relegadas porque ni les lectores ni el mercado suelen escogerlas por encima de una Becky, un Adam, una Gayle, etcétera.
Aún si no son fans de las antologías y no quieren leer un libro como Foreshadow, al menos prueben nuevas voces y, sobre todo, autores autopublicades, que no recibieron tanta atención, cuyos títulos quedaron ahogados en la mesa de novedades de la librería por otros libros que, por cuestiones obvias, venden más.
Que Foreshadow sea un precedente y no una excepción ❤
Hola tarolas, ¿cómo andan? ¿Tan espantades como yo con el calentamiento global y las temperaturas de los últimos días?
Hoy les quiero hablar de aquellas saga que dejé de leer, sea por decisión consciente, por tardanza de sus continuaciones en llegar a Argentina, en el caso de aquellas que leí en español, o por simple desinterés en la saga en sí. No son en absoluto todas (boyyyy do I have stuff to rellenar una sección de este estilo), pero sí algunas de las últimas que DNFinisheé.
Aquí, cual Lara Jean, van mis pequeñas cartas a todas (más bien algunas de) las sagas a las que abandoné.
Amé la película (no tanto la segunda), disfruté muchísimo de los personajes (de la película, no tanto de los libros), y es un poco una situación de "no sos vos, soy yo". Bah, un poco sos vos, porque no me gustó la forma de escribir de Jenny Han, pero también fui un poco yo porque me triggereaste algo que nunca identifiqué bien qué era y no pude continuar con la lectura.
Que te vaya bien y ojalá encuentres el verdadero amor en alguno de los chicos de los que alguna vez te enamoraste.
- La abstinencia sexual: si Bella tiene sexo con Edward antes de casarse va a morir, y ponele que le creemos porque Edward tiene una fuerza sobrehumana. Pero una vez que se casaron, tienen sexo. Varias veces. Y Bella sigue siendo humana. Y obvio es todo sin preservativo pues ahora son marido y mujer, y, aunque se use la excusa de que los vampiros en teoría no pueden recrear, andá a saber las ETS que se pueden transmitir... es literalmente un cadáver, Bella, cuidate la cachucha.
- La pureza espiritual: Edward no quiere convertir a Bella porque quiere resguardar la pureza de su alma para que, una vez que muera, pueda ir al Paraíso. Está convencido que les vampires tienen un vuelo directo al Infierno, por lo que solo la convierte cuando no hay otra opción.
- Los roles de género: si bien está muy actualizada esta noción, lo básico es, como en muchas otras religiones, "el hombre provee y la mujer cuida de les hijes". Lo gracioso de esta saga es que, desde el principio, se mezcla rebeldía y absoluta obediencia a este punto. René es bastante tarada, una mujer que nunca supo cuidar del todo de su hija (Meyer literalmente dice que es una mala madre); el "poder" (ponele) de Esme es literalmente ser madre; Carlisle es el patriarca indiscutido, aunque obvio es un amor #TeamCarlisle; Charlie es quien provee (igual #TeamCharlie) y Bella cumple el doble papel de hija y esposa. Hay varios otros ejemplos así, tengan o no relación explícita con el ser hije o ser xadre.
Al momento de arrancar a escribir esta entrada ya hace un par de días que no quiero leer nada. Pero nada, eh. Lo único de lo que tengo ganas de hacer es jugar a algunos juegos que tengo en el celu, scrollear el feed de Twitter, cuidar mis plantitas o sentarme al solcito a ver cómo florece el ciruelo (suena re de peli indie medio pelo, pero es posta).
Hace dos días que no quiero leer nada, y eso hace literalmente un año, un año y medio, me hubiese tirado muy para abajo. Le habría metido un hiatus al blog (como hice durante un año), me hubiera replanteado mi vida (como lo hice, pero del otro lado del mundo), mi carrera (igual un poquito lo sigo haciendo), y aún así hubiera seguido sin leer, pero ahora, además, sin hacer una de las cosas que más me gusta, que es estar acá.
En el año y pico que estuve en hiatus, en el que no publiqué ni un solo update de absolutamente nada (y quizás también haga una entrada sobre eso), descubrí que me convertí en una mood reader. Me costó adaptarme, porque en el pasado cualquier libro que agarraba podía leerlo, reseñarlo y arrancar otro cualquiera enseguida... pero eso ya no pasa. No pasa hace más de dos años, y recién ahora pude adaptarme a esta nueva forma de lectura.
Pero, Flor, ¿qué es un mood reader? ¿Cómo sé si yo también lo soy? Ah, qué difícil. En realidad no podría definirlo objetivamente, porque cambia de persona a persona. Por ejemplo, hay personas que leen libros de un género específico hasta cansarse y encontrar uno nuevo en el que sumergirse, otras que leen cierta cantidad de libros en un día y de repente dejan de leer por cierta cantidad de tiempo, y he conocido algunas que no quieren leer nada hasta terminar la obra completa de x autore.
En mi caso particular, ser una mood reader se relaciona más directamente con la traducción del concepto: soy una lectora que depende de su humor. En general no elijo qué leer por quién lo escribió o por género, sino por cómo me siento en ese momento. Como dije, antes agarraba cualquier libro y lo leía sin problema, pero ahora capaz dejo diez libros que acabo de empezar antes de encontrar alguno que tenga ganas de leer. Hace que mis TBRs sean bastante caóticas y que no pueda leer bajo demanda (por eso dejé de colaborar con editoriales, que, sinceramente, desde siempre fueron muy comprensivas cuando me pasaba esto... pero quiero dejar de acumular libros que quizás nunca lea).
Así que pensé en esta entrada: ¿qué cosas me sirven a mí que podrían servirle a otre?
Aquí una lista de ocho puntos que pueden* ayudarte a leer más y mejor siendo un mood reader (¡y sin soluciones mágicas!), sobre todo cuando te sentís sin ganas de leer nada.
* Por pueden se entiende literalmente eso: puede que te sirvan, puede que no. Son cosas que en mi caso particular me ayudan a no dejar de leer, pero puede que a vos te parezcan una gilada. Todas las opiniones y experiencias son válidas 😌
1) Reconocete como mood reader. A mí me costó un montón darme cuenta y perdí mucho tiempo de buenas lecturas hasta entonces. ¿Sos un tipo específico de mood reader (de género, autore, temática, etcétera)? ¿Sos como yo, que se guía por aquello que le apetece en el momento? Si tenés presente esto, quizás sea mucho más fácil elegir tus próximas lecturas.
2) Ponete metas cortas. Si bien todes tenemos un número ideal de libros a leer durante el año o durante el mes o en la vida, queremos leer todos los libros de x persona, completar todas las sagas que tenemos empezadas y más, esto a mí a veces me corta el chorro, como decimos acá. Tener objetivos tan grandes me termina agobiando y mi mood lector termina siendo NADA. No leo nada.
Hace poquito decidí bajar un poco la lista de libros empezados que tenía en la mesa de luz, y, como me propuse eso, logré bajar varios. No todos, tuve algún que otro DNF (ya hablaremos de eso), y para el año que viene me estoy armando un bullet journal lector (ya les mostraré qué tal) donde tengo retos mensuales, que puedo o no hacer.
Por ejemplo, enero va a ser el mes de autores debut (debut 2020 u otros años), y me propuse ciertos desafíos para diversificar mi lectura: un debut femenino, un debut no estadounidense, etcétera. Esto me permite cierto compromiso, a la vez que libertad: sí, voy a tener que leer cierta cantidad de libros de una temática específica cada mes, pero van a ser del género, año, autor, longitud que quiera en ese momento. Así que ahí está el truco: metas cortas, de (máximo) 31 días de duración, con la suficiente flexibilidad para adaptarse a mi yo de enero de 2021.
3) Probá con todo libro que se te cruce. A veces no sé qué quiero leer hasta que empiezo a leerlo. Mi mesa de luz está llena de libros porque capaz arranco uno, leo 30 páginas y me doy cuenta de que no es lo que quiero, así que o a) lo devuelvo a su lugar en la biblioteca, esperando volver a agarrarlo algún día b) lo dejo ahí, porque si bien no es algo que quiero leer ahora, me interesa lo suficiente como para querer leerlo pronto.
Dicho esto, el siguiente punto es:
4) Un DNF (did not finish) no siempre es para siempre. Esto es mucho muy importante. Un DNF es un libro que no terminaste, y hasta hace dos años casi jamás me había pasado. Pero reconocerme como mood reader no solo me permitió dejar de lado ciertos libros durante cierto tiempo, sino que me sacó la culpa de dejar libros para siempre.
Hace poquito hablé sobre mi experiencia con Romeo y Julieta, un libro que intenté leer oficialmente (porque sé que lo agarré otras veces, pero no recuerdo que sean intentos de verdad) tres veces en quince años y recién ahora me animo a decir listo, este libro nunca fue para mí. Quizás lo sea en un futuro, no lo sé. Pero por ahora está oficialmente abandonado. Y reconocer que hay libros que sin importar tu mood no son los libros indicados para vos es algo que puede ahorrarte muchos momentos de parones lectores.
5) No leas. Sé que esto parece contraproducente, pero no siempre forzar la lectura es buena idea. Si no tenés ganas de leer, no leas, es simple como eso. Consumí otros productos, sean series, películas, fanfics o lo que te guste más o sea más cómodo. En lo personal, cuando estoy en esta no me sirve consumir productos con plots, a excepción de que me los sepa de memoria, como algunas películas de mi infancia: me saca la energía ponerle onda a entender un plot que no conozco.
6) Forzá la lectura. Ya sé que parece que están leyendo a una demente, porque en el punto anterior dije lo contrario... aún así, a mí a veces me sirve forzar la lectura de unas páginas hasta que engancho un ritmo que me guste y pueda seguir leyendo por placer. Ojo: forzar la lectura es de unas páginas, no de un libro entero. Si la vas a pasar como el upite mientras te forzás a leer algo, no vale la pena.
7) Consumí menos contenido literario. Me pasa a veces que por mi trabajo estoy todo el día consumiendo contenido de BBBs, y el solo hecho de verlo me cansa. Gente leyendo mucho de muchas cosas que quizás quiera leer, de títulos que no me interesan en lo más mínimo o simplemente mostrando libros hace que quiera dejar de leer al menos un rato, así que, cuando me pasa eso, dejo a un lado las redes sociales cuanto tiempo sea necesario.
8) Mejorá tu estilo de vida. Disculpen este último punto que parece más un tip de lifestyle vlogger en vez de blogger de literatura, pero muchos de mis moods de no querer/poder leer nada tienen que ver con dormir mal y poco, comer muchas porquerías, trabajar mucho o estar mucho tiempo en la compu. El hecho de leer no es solo tirarse en la cama, abrir un libro y sumergirme en una historia: a veces hago esto y sigo pensando en el trabajo, se me cierran los ojos porque la noche anterior dormí muy poco/mal o tengo hambre porque almorcé un paquete de Doritos. Hay que mejorar nuestro contexto para poder disfrutar bien de la lectura.
Esos son mis ocho puntos para leer más y mejor siendo un mood reader, una maldición que, en realidad, en muchas cosas me resultó beneficiosa :D
¿Qué hay de ustedes? ¿Son mood readers o pueden leer cualquier cosa, de una? Si son mood readers, ¿tienen algún otro tip que podamos aplicar el resto de nosotres?
Gracias a Algonquin Young Readers por el eARC. Pueden leer la sinopsis acá.
Había pedido este eARC mucho antes de que Algonquin me enviara un mail para quizás considerarme y así participar de su blog tour. Como hasta el momento no me lo habían dado supuse que era un simple mail a una base de datos de personas que alguna vez habían querido leer alguno de sus libros, pero mi sorpresa llegó a fines de julio, confirmándome que iba a ser parte de este bellísimo blog tour y que ahí abajito estaba mi link al eARC de Furia.
Leer esta historia fue rarísimo, pero en el buen sentido. Estaba leyendo un libro en inglés de una autora argentina que narra cosas que, si bien no me son tan propias porque no soy rosarina, me son súper cercanas. Quizás no reconocía las calles que nombraba, pero sí las facturas con el mate. Capaz no me encontraba en la pasión futbolera del equipo del barrio o por el goleador famoso, pero sí veía ahí a amigues y familiares. Puede que mi sueño no fuera ser la Furia en ámbitos profesionales, pero me encontré en Camila y su pasión por lo que hace, lo mucho que siente y lo mucho que lucha.
Quizás no me encontré en Rosario, pero sí reconocí a Camila en mis amigas y a su mamá en un par de madres y abuelas que conozco, a Marisa en alguien que ya no veo y a Karen en el segundo grado que tuve a cargo en unas prácticas educativas que hice en la facultad. Veo a Eda cada vez que prendo la tele. Y por eso Furia es importante.
Lo primero que se nos vende es que Furia habla de fútbol, y sí, habla de fútbol. Todo en esta historia está atravesado por el fútbol, desde las dinámicas familiares pasando por el amor hasta los sueños y objetivos, a cumplir, cumplidos y fallidos, de nuestra protagonista y su alrededor. Y a mí, la verdad, no me interesa. No me hiere en lo absoluto ese estereotipo de que todes les argentines estamos obsesionades con el fútbol, pero no es mi caso ni de casualidad. No solo no estoy obsesionada, sino que me aburre de sobremanera. No podría importarme menos tener la camiseta o el autógrafo de un jugador de fútbol. De pedo veo los partidos durante los mundiales.
Pero que este libro me haya gustado tanto a pesar de eso dice mucho de lo que trata, de lo que cuenta la autora y de su forma de narrar todo esto en términos generales.
Furia trata de fútbol, sí. Pero también trata de amor, de amistad, de la identidad, recorre el sentido de pertenencia y narra la violencia de género, la violencia en las calles, la pobreza infantil y la realidad de aquelles que crecen demasiado pronto para poder ser niñes pero que no siempre llegan a ser adultes. El rejunte de temáticas no siempre me convenció mientras leía, pero, a la vez, lo sentí híper cercano a lo que vivimos acá todos los días, sobre todo en los barrios más alejados del centro y en los más humildes.
La autora narra con la crudeza de los ojos de una adolescente que ya pasó por muchas cosas su rutina y lo que ve a su alrededor. Si bien muchas de sus experiencias me son ajenas, las sentí a flor de piel en todo momento. Las escenas en el merendero, por ejemplo, me rompieron el alma porque lo he visto por mí misma, y las escenas de ella con el padre, sobre todo cuando recuerda no haber cerrado con llave esa noche y estar vestida solo con una remera y ropa interior, me erizaron la piel.
Es, sinceramente, uno de esos libros que me emociona haber leído. Primero porque es rarísimo leerse en un libro publicado en otro país, en otro idioma, con otro público en mente: cuando describe el sabor que te queda en la boca después del mate como verde no me inmuté, pero al toque mi vieja me pasó un mate y tras devolverlo no pude evitar pensar que sí, el sabor era el concepto de verde, y no solo por el color. Capaz es una gilada lo que estoy diciendo, eh, pero esa sensación de cercanía no me había pasado antes con un libro publicado originalmente en Estados Unidos *meme de Moni Argento envuelta en la bandera*
Pero segundo, y diría que principalmente, porque me gustó cómo trató las temáticas. Creo que cuando se nombraba al feminismo y sus problemáticas podría haber sido un poco menos brusco, como menos insertado en la historia y más parte de ella, pero aún así es importantísimo que nuestros pañuelos verdes, por ejemplo, se lean en otros países. ¿Cuántas veces vemos hilo de lo que está pasando en x país en Twitter? ¿Cuántas veces nos llegan noticias de marchas, contramarchas, movimientos sociales y militantes de Estados Unidos, mientras que acá a veces ni siquiera nos enteramos de lo que pasa cruzando la General Paz?
El tratar no solo con el machismo tan arraigado en nuestra sociedad sino también con la violencia de género e intrafamiliar, con el grooming, la pobreza infantil, el hambre en los barrios y la ruptura de ciclos familiares es algo que tenemos que ver, leer, consumir para poder experimentarlos, si no es en carne propia, a través de la voz de alguien más.
Furia es un libro hermoso y necesario, cuyos pequeños detalles son producto de buscarle la quinta pata al gato porque una está acostumbrada a eso. Es, en esencia, un libro liberador y feminista que habla de cumplir sueños y creer en vos misma.
Y Eda somos todas. Nos siguen culpando de nuestra mera existencia y nos siguen matando. Que Eda sea la última, en el mundo ficticio y en la vida real, en ser víctima de la violencia patriarcal a la que se nos ha acostumbrado. El Ni Una Menos más presente que nunca ✊🏽🔥💜💚
Wrap Up | Segundo trimestre de la Copa de las Casas BBB y otras lecturas
▸ Arranqué a diseñar un bullet journal lector para el 2021, muy simple y enfocado en lo práctico más que en lo estético. Todavía no lo termino porque entre la vida y la frustración cuarentenil a veces no tengo ganas de hacer nada, pero el año que viene probablemente cambie la Copa de las Casas por esto. La Copa de las Casas le hizo mucho bien a mi yo lectora, como mencioné en el anterior Wrap Up, pero estoy armando mis propios retos mensuales y anuales para adaptarse a mi forma de leer, que es 100% la de una mood reader. Seguramente ya les contaré a fin de año o principios del 2021 qué estaré haciendo... si es que el COVID nos lo permite 🙃
▸ Pinté mi pieza (dos veces en menos de dos meses porque hubo un problema con la pintura y tuve que volver a hacer todo en menos de 24hs... hermosa experiencia que no me gustaría repetir nunca jamás) y ahora estoy trabajando (y durmiendo, y leyendo, muchas veces) en un espacio que me es realmente propio y que, aunque suene raro, me hace sentir más inspirada para escribir posts. Tengo muchos que me gustan ya empezados, muchas reseñas a medio hacer, todo culpa de este cansancio de cuarentena. Confío en que dentro de poco se me va a pasar todo esto.
▸ Andrea Tomé escribió un pequeño ensayo llamado En defensa de la literatura juvenil cuando en las redes volvió a encenderse el debate de "¿la literatura juvenil es basura o es que sus lectores son idiotas?" de parte de snobs literaries.
▸ La bella Eve, conocida como Editófila en las redes, comenzó a crear contenido en relación a organización, planificación y productividad. Por ahora lleva poquitos posts pero me parecieron muy útiles y ya apliqué varios de sus consejos a mi rutina, que está bastante empelotada por la cuarentena.
▸ Donna Gephart, autora del hermosísimo Lily & Dunkin, escribió un ensayo hermoso sobre por qué los libros con temáticas difíciles leídos por niñes y jóvenes son necesarios. Está en inglés, pero, si tienen la oportunidad de leerlo, no se lo pierdan.
▸ Constance Grady publicó un artículo en Vox (también en inglés) que habla sobre por qué se odia tanto al fanfiction y cómo esto en realidad tiene que ver con los lugares que ocupan las feminidades y lo queer dentro de la producción de contenido.