Si me conocen, saben que no soy de releer libros: siento que es un poquito una pérdida de tiempo, teniendo tanto para leer y tan poco tiempo en esta vida para hacerlo. Lo hago por trabajo, por proyectos específicos (como mi pequeña aún-sin-finalizar serie de reseñas-ensayos "Volviendo a Forks", en el que releo los primeros cuatro libros de la saga Crepúsculo y leo el resto de ellos) o para bancar a amigues en lecturas conjuntas, que, a su vez, tampoco se me dan muy bien.
Veníamos hablando con Luz sobre esta lectura conjunta, y la lanzó hace no mucho, con el timing perfecto para esperar la precuela de Los Juegos del Hambre. De nuevo, lo hice para bancarla en esta lectura conjunta, pero, a su vez, quería (quiero) leer la precuela y me acordaba detalles muy generales de la trilogía, así que decidí sumarme.
Todo me agarró un poco de sorpresa. Primero, porque es de esos libros que yo tardaba mucho en leer, no por la cantidad de páginas o porque fuera una historia complicada, sino porque me gustaba mucho y quería hacerlo durar... y esta vez apenas si me duró un par de días. Segundo, porque no pude evitar vislumbrar algunos detalles en los que está basado mi análisis de "Volviendo a Forks", y no me fue tan cómodo como recordaba. Es más: bajó una estrella en Goodreads, y no porque haya sido un libro malo.
Vamos por partes: la historia. Se sabe que está bastaaaante basada en Battle Royale, un libro que odié con el alma y que defenestré en una reseña de más de dieciocho mil caracteres acá, en el blog. Por si quieren saber mi opinión al respecto sin leer los siguientes párrafos, pueden pasar al subtítulo "Por qué Suzanne Collins es medio chorra pero merece el perdón de Dios" dentro de la reseña de Battle Royale.
Los personajes están bien personificados en su justa medida: si hay un tributo que muere durante los primeros cinco minutos, en la Cornucopia, no necesitamos conocerle demasiado. Aquellos que están hasta el final, o que tienen un papel importante en el libro, son personajes que podemos conocer por personalidad, por caracterización o por forma de manejarse durante los Juegos (por ejemplo: la Comadreja, que apenas si tiene una pequeña caracterización pero se habla mucho de cómo es su estrategia). No me sentí perdida en ningún momento e, incluso cuando no recordaba del todo los nombres, era fácil entender de quién se hablaba por el distrito o por el grupo con el que estaba.
Conocemos, también, las razones detrás de los Juegos del Hambre, estemos o no de acuerdo con ellos: hubo rebelión, el Capitolio se las aplicó, destruyó el Distrito Trece e instaló los Juegos para recordarles al resto de los distritos quién es el que manda. Hay una backstory que justifica la existencia del libro en sí, hay una protagonista que, sorprendentemente, para los libros distópicos de la época, no es una Mary Sue, y hay, también, algo por lo que luchar, no un futuro incierto e hipotético al que el lector no tiene acceso. La verdad, en términos generales, creo que es un libro bastante sólido en las bases.
Mi problema comenzó con mi deconstrucción a través de los años y mis ganas de leer el libro porque sí, y no porque tuviera que ganar seguidores, o tener que estar al día con las sagas que estaban de moda, o incluso por tener que responder a una lectura conjunta que por suerte me da la libertad suficiente como para manejar mis tiempos como quiero.
Vi, por primera vez, después de ¿ocho? años, la realidad de la relación de Peeta y Katniss. Si bien tenemos un libro con 80% de pura acción, Katniss intentando no ser asesinada, etcétera, en cierto momento se junta con Peeta para poder ganar como pareja del mismo distrito. Y ahí comenzamos a ver cómo Katniss realmente se relaciona con Peeta.
A todo esto, quiero aclarar que siempre fui #TeamPeeta. Gale siempre me pareció un tarado e inimputable, lo detestaba y, si bien con esta relectura bajó un poquito la bronca, sigue ahí. Pero la diferencia es que ya no veo cómo podría ser team Peeta, si veo, por fin, lo más básico de su relación con nuestra protagonista.
Katniss desde un principio se siente en deuda con Peeta, eso lo supimos siempre: si no le hubiese tirado el pan esa tarde de lluvia ella no solo no hubiera sobrevivido el día, sino que tampoco habría tenido la idea de salir del distrito para buscar raíces comestibles y, después, cazar.
Conocemos, también, las razones detrás de los Juegos del Hambre, estemos o no de acuerdo con ellos: hubo rebelión, el Capitolio se las aplicó, destruyó el Distrito Trece e instaló los Juegos para recordarles al resto de los distritos quién es el que manda. Hay una backstory que justifica la existencia del libro en sí, hay una protagonista que, sorprendentemente, para los libros distópicos de la época, no es una Mary Sue, y hay, también, algo por lo que luchar, no un futuro incierto e hipotético al que el lector no tiene acceso. La verdad, en términos generales, creo que es un libro bastante sólido en las bases.
Mi problema comenzó con mi deconstrucción a través de los años y mis ganas de leer el libro porque sí, y no porque tuviera que ganar seguidores, o tener que estar al día con las sagas que estaban de moda, o incluso por tener que responder a una lectura conjunta que por suerte me da la libertad suficiente como para manejar mis tiempos como quiero.
Vi, por primera vez, después de ¿ocho? años, la realidad de la relación de Peeta y Katniss. Si bien tenemos un libro con 80% de pura acción, Katniss intentando no ser asesinada, etcétera, en cierto momento se junta con Peeta para poder ganar como pareja del mismo distrito. Y ahí comenzamos a ver cómo Katniss realmente se relaciona con Peeta.
A todo esto, quiero aclarar que siempre fui #TeamPeeta. Gale siempre me pareció un tarado e inimputable, lo detestaba y, si bien con esta relectura bajó un poquito la bronca, sigue ahí. Pero la diferencia es que ya no veo cómo podría ser team Peeta, si veo, por fin, lo más básico de su relación con nuestra protagonista.
Katniss desde un principio se siente en deuda con Peeta, eso lo supimos siempre: si no le hubiese tirado el pan esa tarde de lluvia ella no solo no hubiera sobrevivido el día, sino que tampoco habría tenido la idea de salir del distrito para buscar raíces comestibles y, después, cazar.
Y cuando estamos en la Arena, se siente en deuda por hacerla ver deseable en la entrevista, y por haberla salvado del grupo de les profesionales, y por ser quien hace que sus momentos en televisión valgan la pena. Porque, como ella piensa y como dice Haymitch, no tiene ni una pizca de carisma para el público del Capitolio, porque, y con razón, les odia. Nunca podría ser lo suficientemente interesante como para recibir regalos de sponsors durante los Juegos.
Así que, desde que encuentra a Peeta hasta el final, hace lo que sabe que Haymitch le está exigiendo desde afuera: fingir que ama a su compañero de distrito. No solo se obliga a actuar all lovey dovey con él, sino que, además, comienza a pensar en Gale y, aunque no siempre de forma explícita, cómo se estará tomando todo eso. Porque con Gale son solo amigues, pero ella sabe que bien podría escaparse con él y sus familias y vivir juntes para siempre. No quiere hijes, no quiere casarse, pero Gale es bueno, es casi su alma gemela, y realmente le gustaría estar de vuelta con él y no ahí, con Peeta medio muerto en el ojo del huracán.
Los Juegos del Hambre sigue siendo un libro increíble, con una base muy sólida y mucho mejor que la (inexistente base) de Battle Royale, pero, como todo libro escrito hace más de diez años, al revisarlo hay algunas cosas que no me terminan de cerrar. Sobre todo sabiendo cómo sigue la saga, comienzo a notar esos pequeños detalles que me hacen mucho ruido, y no puedo disfrutar la parte de romance que tienen los libros, lo cual sí disfruté y mejoró muchísimo mi experiencia de lectura cuando lo leí por primera vez, hace mil millones de años.
Que esto no se entienda como lo que no es: hay que leer Los Juegos del Hambre. Para mí es parte de la base de la literatura juvenil contemporánea, sobre todo del boomazo que fue este género del 2012 al 2014, más o menos. Hay ciertos libros que hay que leer para entender cómo fue el inicio este movimiento increíble que es el de les BBBs, aún cuando ya hubiera bloggers mucho antes de esta saga en particular o algún otro libro que yo considero base para entender(nos) (el) hoy.
Lo que recuerdo bien claro de esta saga es que, aunque muches amen En llamas, para mi yo de hace ocho años la trilogía no hacía más que decaer de acá en más. Veremos qué nos depara el futuro *música lúgubre*
7 ♡
Hola.
ResponderEliminarYo le tengo mucho rencor a la saga, a saber por qué. Creo que es porque los protas me caen mal sin más (Y SUZANNE NO SABE ESCRIBIR REVOLUCIONES POR DIOS) pero la verdad es que Crepúsculo y todo lo que vino después tuvo la mala suerte de salir cuando yo empezaba a buscar otra clase de tramas e historias en juvenil pero todavía era muy terca como para intentarlo con estas tramas. A saber. Me gustaba hacerme sufrir.
Ahora reconozco que es mejor que Battle Royale, pero en la época que leí ambas cosas lo que a mí me gustaba era el gore (la trama de Battle Royale me daba igual con tal de que se mataran XD). Espera, voy a hablar con mi yo adolescente. Now I'm concerned.
Bueno, sí, la verdad es que se me hace interesante revisitarlos pero acabo super desinteresada de todo lo que es el boom juvenil de ese corte porque... Nunca me enganché y lo intente hasta el infinito. Was the worse en ese entonces porque acababa leyendo de la época de Harry Potter o por ahí que habían leído exactamente 4 gatos en la blogósfera. Todavía me pasa.
Igual siempre se me hace super interesante leer tus entradas de este tipo. Esperaré la de En llamas.
Nea.
¡Hola! ^^
ResponderEliminarPara mi "Los juegos del hambre" es la mejor distopía que se ha escrito. El último libro fue el que menos me gustó, pero el final tampoco estropea todo el conjunto. Me quedo por tu blog :)
Besos!
Hola! Nunca me llamó la atención Los Juegos del Hambre la verdad, fue tanto el revuelo con las películas que me sacaron las ganas de leerlo. Excelente reseña!
ResponderEliminarAprovecho para invitarte a mi nuevo blog thebooklistar.blogspot.com
Me quedo por tu blog :)
Hola, en su tiempo Los juegos del hambre me gustó y en el caso de Battle Royale nunca lo pude terminar, gracias por la entrada, ¡besitos!
ResponderEliminarHola, en su tiempo Los juegos del hambre me gustó y en el caso de Battle Royale nunca lo pude terminar, gracias por la entrada, ¡besitos!
ResponderEliminarNunca me llamaron mucho la atención. Me limité a ver las pelis.
ResponderEliminarUn beso.
Hola, la verdad es que a mí me encantaba esta saga y me quedé con las ganas de leer Battle Rayole. Me alegro de que te hayas animado al final de leer LJDH, ¡un beso! :)
ResponderEliminar¿Algo para decir?