Harry y Craig tienen 17 años y están a punto de embarcarse en el beso más largo de la historia. No sólo quieren romper el récord mundial, sino que también buscan generar conciencia en la sociedad, mostrarles que no hay nada malo en que dos chicos se besen.Mientras los rodean las cámaras y una multitud, que los apoya tanto como los repudia, Harry y Craig logran llegar a las vidas de otros jóvenes que se encuentran lidiando con su sexualidad. Cada uno de ellos la transita de una manera distinta; algunos con aceptación y otros con tanto dolor que están al borde del abismo.
Gracias a V&R Editoras por el ejemplar.
Como en su momento con Éramos Mentirosos, intenté patear para más adelante lo más posible la lectura de este libro por el simple hecho de que, como todos, a veces pongo tantas expectativas en un libro que al leerlo, por más bueno que sea, me termina decepcionando. Y hoy les puedo decir que Dos chicos besándose tiene tantos temas para tocar que jamás podría hacer una reseña exhaustiva desde mi humilde lugar lector. Tendría que especializarme en tantas cosas para poder analizarlo desde todos los vértices que merece ser analizado que no me alcanzaría la vida para poder hacerlo. Es magnífico, dulce, respetuoso y crudo. Es atrapante y liberador. Es realista y esperanzador. Y Levithan hace magia.