¿Cuál es el precio de enfrentar el pasado? Stevie está atrapada: en su vida, en su cuerpo. Y ahora, en un centro de rehabilitación para jóvenes con problemas alimenticios. Pero lo que es aún peor, está atrapada en el pasado. A 27 días de que se cumpla un año de la muerte de su hermano, todo en su vida parece empeorar. Pero, tal vez, en 27 días pueda solucionar las cosas. Tal vez, en 27 días pueda quitarse ese gran peso que la acompaña a todas partes y así terminar con todo. Meg Haston nos invita a conocer la vida de Stevie, una joven que no solo está lidiando con un trastorno alimenticio grave, sino que también está intentando encontrar la forma de dejar atrás los errores de su pasado. Una historia que conmueve, moviliza y nos da esperanza. Porque incluso las peores pérdidas se pueden superar. Incluye comentarios y consejos de una especialista en trastornos alimenticios.Gracias a V&R Editoras por el ejemplar.
Hace un tiempo conté que esta había sido la lectura conjunta de Read With Us de hace unos meses, pero yo no había podido pasar de la primer página por el tema que trataba: estaba en fechas de entrega de trabajos prácticos y parciales, y leerlo al tuntún (¿?) no me parecía apropiado.
Finalmente lo leí durante enero, y me costó (y cuesta) muchísimo ponerle una calificación numérica, que si bien acá sirve simplemente como una etiqueta para más o menos organizar las entradas, en Goodreads es lo básico al terminar una lectura.
¿Por qué? Ay, ay, ay...
Cómo la autora trata el tema de los trastornos es increíble. No lean la siguiente oración si no quieren spoilearse (ponele) la nota final que deja la autora: Meg Haston sufrió de problemas alimenticios, y hoy en día es una paciente recuperada, por lo que lo trata de una manera más profesional y personal que de una forma marketinera (cofcofLaurieHalseAndersoncofcof).
El problema alimenticio deja de ser una excusa para escribir (Frío) para pasar a ser una enfermedad a la que prestar atención y a la que conocer mediante la lectura, como muchos de nosotros terminamos conociendo otras realidades. Deja de ser una memoria de una protagonista supuestamente curada aunque queda claro que no lo está en absoluto (Abzurdah) para pasar a ser una historia real contada con coherencia y cariño por lo que se está poniendo en el papel: el hecho de que el amor, la amistad o volver a comer no te salva mágicamente ni son suficientes en una recuperación.
Me gustó la idea de que, y esto no es spoiler porque creo que esto queda claro al leer la sinopsis, se deje bien en claro que la persona no decide curarse, si la persona no decide vivir, entonces no hay vuelta que darle. Que se hable del largo proceso por el que hay que pasar para que esta idea comience a ser posible dentro de la cabeza de alguien con un problema alimenticio, y que el entorno se dé cuenta de que los cambios no son de un día para otro.
Si Stevie se recupera o no no es el objetivo del libro, porque, sinceramente, eso termina dando igual. Lo interesante, lo que nos hace seguir leyendo, es el hecho de ver cómo día a día su cabeza va dándose cuenta de que el aniversario de la muerte de su hermano está por llegar, y que sólo le quedan 27 (26, 25, 24...) días para decidir seguir viviendo o morir por inanición, como viene pensando desde hace un año. Y lo que resalté en este párrafo puede ser la razón por la que muchos decidan cerrar esta pestaña y no darle una oportunidad al libro; si voy a buscar el libro justamente para eso, ¿qué gracia tiene?
Los buenos libros, en mi humilde opinión y desde el simple lugar de lectora, son aquellos que te cuentan una historia pero que vos descubrís otra. Que te muestran la punta del iceberg y vos tenés la posibilidad de tirarte al agua helada para mirar por debajo y sacar tus propias conclusiones. Paperweight, justamente, se trata de eso: la historia que nos da la sinopsis, Stevie y todo su plan para morirse dentro de muy poco, es algo superficial, a lo que hay que prestar atención pero en lo que no hay que quedarse. Todo aquello que está atrás, todo lo que yace debajo de la piel de Stevie y de todas las chicas que conocemos a lo largo de las páginas, es lo que realmente cuenta de esta experiencia.
Sinceramente no tengo mucho más para decir de la historia. Me angustió muchísimo porque parece (¿es?) una historia real, parece como si realmente estuviéramos leyendo a Stevie y a su vida, y eso es algo que me dejó sin palabras. Creo que pocas veces he tenido el placer de decir que acabo de leer un libro que parece ser muy amado por su autor, cuidado y mimado hasta el final; todos los libros llevan un cuidado y un perfeccionamiento, si se quiere utilizar esa palabra, envidiables, de eso no hay duda... pero hablo de lo que viene del corazón, no de la relectura y la corrección de los errores humanos.
Creo que la definición más justa que le puedo encontrar es "crudamente realista". No cae en el golpe bajo pero no te suaviza tampoco, por lo que constantemente estás con una sensación de angustia por lo que estás leyendo y curiosidad por lo que está por venir. Comenzás a pensar en los personajes como si fueran reales, como si realmente su estado de salud hiciera algún efecto en tu vida diaria... sí, incluso esos personajes que Stevie no se banca (...que son la mayoría).
Mi comentario final es, justamente, sobre el comentario final agregado por V&R Editoras a cargo de una médica psiquiatra especializada en trastornos alimenticios que no sólo habla de la diferencia entre bulimia y anorexia y por qué muchas personas con problemas alimenticios prefieren catalogarse como segundo en vez de lo primero, como sucede en la historia, sino también de signos a tener en cuenta para saber si algún conocido o uno mismo padece de esta enfermedad entre otras cosas.
Ya he hablado previamente de la responsabilidad con la que V&R Editoras trata a los libros que edita que tienen algún tema tabú, algún tema por la que las personas son discriminadas y demás. Creo haber dicho en la reseña de Pointe lo importante que es que no sólo se traten estos temas en los libros, sino que se traten bien. Lo que podría haber sido un libro más sobre trastornos alimenticios terminó siendo un camino de la mano con la protagonista, con un mensaje final de la autora y, creo, aún más importante, unas páginas dedicadas a un médico que trate el tema. Siempre aplaudo a los responsables cuando estas cosas pasan, y esta no es la excepción.
Paperweight es un libro muy crudo y angustiante pero a la vez esperanzador y con un mensaje claro para el lector y, más aún, para el lector con anorexia o bulimia. Pocas historias relacionadas he podido leer que no tratan a estos temas como algo que vende y te pinta como un autor preocupado por tu entorno, y es uno de los únicos libros sobre este tema que de ahora en más pienso recomendar.
2 ♡
Flor, me alegro mucho de que te haya gustado y de que te haya parecido acertada la idea del comentario profesional.
ResponderEliminarCoincido con tu percepción de la historia. Cada uno puede hacer su propia lectura y ver qué toma de allí.
Un beso,
Leo
Hola, Flor!
ResponderEliminarEste libro fue muy especial para mí por todas esas cosas que destacas de la historia y su autora. Estoy cansada de los autores comerciales, de la gente que no escribe desde la honestidad, de los que agregan dramas, traumas y enfermedades como si fuera una receta del bizcochuelo para el mate. Es más, nombraste Pointe, libro que amé y me pareció hiper honesto.
V&R sabe lo que hace, los aplaudo por tenerla tan clara.
Te dejo un beso grande♥
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