Lucio va al cole, juego al fútbol, a la Play y ama a los superhéroes.

Tiene amigos, una hermana que lo vuelve loco, un perro lleno de pulgas y una chica que le gusta mucho. Pero muuuuuuuucho. ¿Y qué lo distingue del resto? Su olor a pata. "Lucio, el sucio" le escapa al agua, al jabón y a otros depredadores higiénicos.

Sus aventuras, desventuras e ideas desparatadas lo llevan a escribir en su blog, comprobalo leyendo estás páginas. No vas a aprender nada nuevo pero te vas a divertir como si tu equipo contrario perdiera 6 a 0 jugando de local y con todos los goles en contra. ¿Puede haber algo más patético? Sí, y está en este libro.

¿Te lo vas a perder?

Mamá estaba entusiasmada pensando que había pegado el estirón. El que se bajoneó fue mi amigo Nolo. Mejor que no se bajonee más, porque es re petiso.

Me encantó el diseño, los dibujos y todas las pequeñas ilustraciones que hay a lo largo de tooodas las páginas. Es precioso y aún más para una persona de la edad de Lucio, medio vago, que lee libros sólo si tiene dibujitos. Me parece que les va a encantar a todos los chicos (y chicas, eh) y que es un precioso regalo para hacerle a algún pequeño al que me guste leer. ¡Y esos comienzos de capítulos! Geniales genialosos.

Cuando quiero, no soy tonto. Lástima que no quiero muy seguido.

Lucio es un personaje entrañable y junto con la autora me hicieron ver al mundo a través de sus ojos; volví a tener su edad otra vez y a tener estos problemas típicos (ser preadolescente de nuevo, ¡que Dios no lo permita!). Está contado de una forma tan fresca que parece como si lo estuvieras viviendo. (Nota aparte: ¡yo me baño y no tengo olor a pata, eh!).

Winner total. Para que JJ caiga a mis pies... o mejor no. Un poco más arriba, no sea cosa que el olor a pata la desmaye.

Me gustaron mucho el resto de los personajes y las situaciones que se van presentando poco a poco y siempre de una manera graciosa. Aunque no hayamos pasado específicamente por ellas, todos experimentamos situaciones como las de Lucio, desde bromas con amigos o vergüenza absoluta hasta acné o la situación de querer salir con alguien y no saber qué hacer. Volvés a esa edad con El blog del sucio y sufrís esas situaciones una vez más. (Para las chicas más que nada, mañana va a estar la fotoreseña del libro de Georgina Dritsos que nos prepara para una primera cita, si es que están teniendo este problema como Lucio... ¡no se la pierdan!).

Creo que la desesperación por vernos bien nos lleva a hacer muchas cosas raras, bizarras, y a buscar soluciones más asquerosas que las que nos queremos sacar de encima.

Y acá va mi personaje favorito: ¡la Tía Titi! Creo que todos tenemos una en nuestra familia o alrededores aunque no sea naturista y pacífica; esa que es súper canchera con nosotros y que con tal de ayudarnos en lo que necesitemos lucha hasta contra dragones. Creo que es de mis personajes favoritos dentro de la literatura en general y se ganó rápidamente un lugarcito en mi corazón. ¡Y tiene Twitter, la tía copada!

Lo que más remarco del libro y de la autora son esos pequeños mensajes al final de casi todos los capítulos donde nos dice (o, más bien, les dice a los más pequeños) qué cosas son sólo ficción, hechas para el libro, y no deben hacer. Siempre es importante recalcarle a los chicos que muchas cosas que ven/leen/escuchan tanto de la ficción como de la realidad no deben hacerlas en casa... ¡y eso me encantó! Hasta ahora no había leído ningún libro que remarcara eso.