Liesel es una niña alemana que vive en un pequeño pueblo cerca de Münich con sus padres adoptivos. Durante los peores años del nazismo, su pasión por la lectura la ayuda a refugiarse en las historias de los libros que roba de donde puede. Esa vehemencia por leer termina salvándole la vida.
Ladrona de libros es una novela entrañable, una historia hermosa e inolvidable para todas las edades.
Gracias a Random House Mondadori por el envío del ejemplar
La verdad es que tardé más en leerlo de lo que tardo con otros libros; la razón es que la primera parte (más bien, desde antes de que apareciera el personaje de Max) me resultó bastante densa o, más bien, que avanzaba muy despacio. Pero desde que Max apareció, me lo devoré en poco más de un día y medio.
Digamos que la narradora me asustó un poco; con el tema de la muerte, los demonios, la religión y esas cosas soy muy respetuosa, porque sinceramente me dan un poco de miedo. Que la narradora sea La Muerte misma me puso los pelos de punta, y me costaba avanzar por esta razón. En fin.
Una pareja de guardias.
Un par de sepultureros.
A la hora de la verdad, uno dio las órdenes.El otro obedeció.La cuestión es: ¿qué pasa cuando el otro es más de uno?
La verdad es que me llevé una grata sorpresa. Es una historia cruda contada (aunque la narradora sea La Muerte) desde el lado tierno de una pequeña niña que a lo largo del libro va creciendo, con capítulos intercalados sobre otras situaciones, como la explicación de la vida de Max o el pasado (y futuro, en algunos casos) de algunos personajes, como Hans.
La narradora nos va preparando para los golpes bajos. Cada dos por tres nos empieza algún capítulo diciendo "tal personaje se va a morir... pero tranquilos, que aún no pasa". Nos da un shock en un momento para que después no nos dé un ataque al corazón más adelante.
Todo un detalle.
«A menudo deseo que todo esto acabe, Liesel, pero entonces,no sé cómo, pasa algo... tú bajas al sótano con un muñeco denueve en las manos»
Los personajes son un poco raros para mí, pero los terminás queriendo a todos, hasta al más malo maloso o el que aparece por un ratito. No me pregunten por qué, pero terminé queriendo hasta a los personajes nazis, algo que va en contra de lo que yo pienso, como la vecina de los Hubermann.
Creo que esto se dio porque el autor hace a los personajes tan reales que a veces te da escalofríos. Es decir, y sin justificar el pensamiento o accionar nazi, creo que todos sabemos que estas personas, las que creyeron en esta ideología, se equivocaron y a muchas de ellas les lavaron el cerebro. Creo que el autor deja en claro eso, cómo muchas de ellas cayeron en las manos de una ideología por demás errónea, cómo se equivocaron porque son humanos.
«LA LADRONA DE LIBROS»ÚLTIMA LÍNEA«He odiado las palabras y las he amado, y espero haber estado a su altura.»
Creo que es un libro precioso. No es un libro de guerra, no narra el Holocausto ni tampoco intenta convencer de algo al lector, sea para el sector nazi o para el anti-nazi. Hablando de mi propia experiencia y de los libros que he leído, la mayoría intenta convencer indirectamente al lector de que el nazismo está mal, cosa obvia, a través de la vista del personaje, generalmente un judío, un niño o alguno de esos personajes que te tocan la fibra sensible. Este libro es diferente: no juzga, sólo muestra algunas imágenes de lo que era la Alemania nazi, y que cada uno haga lo que quiera con su moral.
Como conclusión, es un libro que es hermoso para leer. Crudo, tierno en algunas partes y que poco a poco te va atrapando, sin dejar de sorprenderte en ningún momento. Una lectura totalmente recomendada.