UNA JOVEN QUE DESCONOCE SU VERDADERO PODER. UN REINO QUE SÓLO TIENE UNA OPORTUNIDAD PARA VOLVER A LA VIDA. Y UNA LUCHA SIN CUARTEL EN DEFENSA DE LA ÚLTIMA FUENTE DE MAGIA.
EL FINAL DE UNA SAGA QUE VOS NO TE PODÉS PERDER.
Los caminos que se abren generosos se cerrarán como fauces sobre aquellos que decidan tomarlos. Las herederas sufrirán: una de ellas jamás volverá a estas tierras, otra perderá a su amado y la otra morirá.
Tal es el vaticinio que dicen las cartas cuando se acerca la hora final. La carrera por apoderarse del Último Reino ha comenzado. Sofía, Elizabeth y Agustina son candidatas a gobernar. Por sus venas corre sangre real. Pero Sofía ha caído bajo el embrujo de Alan; Agustina ha unido fuerzas con Aulpán; y Elizabeth, casada con Carlos, está cada vez más cerca del trono.
Mientras tanto, las hadas se traicionan mutuamente y los siete reinos peligran; los dragones atraviesan los océanos y se ven involucrados en las luchas intestinas entre rémoras y sirenas; las brujas quieren recuperar el lugar que consideran les pertenece por derecho...
Y frente a este panorama, se alza poderosa Ragarath.
Ella ha despertado. Ella ha prometido destruir a la heredera y apoderarse del Último Reino.
Ella siempre cumple sus promesas.
En una opinión completamente personal, creo que Leo se consagra como escritor con este libro, y que consagra el fantasy argentino como un género de necesaria lectura y reproducción.
Aquí logra hacer que en ningún momento las idas y vueltas en el tiempo te hagan confundir, te hace pensar en muchas cosas que quizás nunca pensaras que un libro de fantasy argentino (no por menospreciar sino por el hecho de que muchos no nos decidimos a leer libros argentinos por estar acostumbrados a libros extranjeros) podría hacerte reflexionar.
Los personajes son increíbles. Hay una parte, la cual no voy a spoilear, que empieza cuando una vieja (de la que nunca sabremos el nombre hasta el final pero se la nombra como la Vieja que Camina) aparece en un lugar que no reconoce sin saber ni quién es ni qué hace allí. Yo me di cuenta al instante de quién era, pero no todos pueden hacerlo; presenta a varios personajes, como una niña que tira unos huesos para ver el futuro, un Rastreador, vigilantes de un faro, alguien que compra un espejo, un hada que no sabe quién es, su amado... toda gente que conocimos en tiempos anteriores, y que pueden o no sorprendernos cuando conozcamos quiénes son en realidad.
Creo que es la (primera) mejor parte del libro; no sólo porque nos hace entrar totalmente en contexto, sino porque te hace querer a los personajes como, quizá, no hayas querido a personajes anteriores. Yo quise a la Vieja que Camina cuando no quiero a quien en realidad es. Los vigilantes del faro me generaron un sentimiento tan cálido dentro que no me sorprendió cuando dijeron sus nombres. Así, con personajes como el barquero o la mujer sin manos que la Vieja que Camina se cruza, vas descubriendo pequeñas cosas de esta historia que probablemente jamás te hayas imaginado.
Otro ejemplo es la verdadera identidad de Ragarath; creo que, hasta que el Barquero no cuenta la historia y no se devela cómo la maldición del Hada Oscura tuvo lugar, ninguno se imagina quién puede ser, más allá de conocer al personaje en este libro.
Leo se desenvuelve como nunca antes en este libro, demostrando cómo todo se relaciona con todo, cómo cada una de las acciones anteriormente realizadas tiene una consecuencia real.
Además, me gustaría compartir dos frases que me gustaron muchísimo y que creo son muy importantes.
El inverno está aquí, pero la primavera se aproxima. Luego vendrá el verano, y el otoño. Y aunque no lo desees, el invierno volverá.
Sonrió, porque la vida es irónica. A veces entrega símbolos que pocos ven o reconocen, pero sin embargo están ahí, para quien desee apreciarlos. La muerte trae vida, el ciclo continúa y, pese a todo, el amor siempre termina abriéndose paso, regenerándose, haciéndose más fuerte.
Creo que esta segunda frase define muchísimo quién es Leo en realidad; la familiaridad que siempre emana, el calor con que siempre recibe a sus alumnos, a sus lectores o a cualquiera que se acerque a compartir un mate, absolutamente todo lo que quiere enseñar con lo que él sabe y lo que nos hace ver a sus alumnos (y a algunos lectores si realmente quieren verlo) con sólo una charla sentados entre personas excepcionales como son los otros alumnos del taller de La Plata, comiendo algo para la merienda y riéndonos entre comentarios y charlas sobre muchísimas cosas. Ah, ya está, me puse personal y sentimental, cosa que no tendría que estar en una reseña. Volvamos al objetivo principal, volvamos.
Quizás muchos no apuesten a esta trilogía porque es argentino y, mucho "peor", ¡fantasy argentino! ¿Cómo alguien se atreve a escribir fantasy en Argentina? Omg (¿?) pero creo que este último libro hace valer la pena el haber leído todo lo anterior, con lo que Leo creció como autor y creo, también, como persona; uno crece con los personajes, así como las enseñanzas y las reflexiones crecen a lo largo de los libros.
Libros (y trilogía) altamente recomendable. Se lleva con honores las cinco plumitas.