Uf, qué título. Y con ese título seguro que está bueno, fue lo que pensé. Y no me equivoqué.

Jamás fui amante de los escritores de habla hispana (quizás algunos han sido testigo de mi odio al tener que leer algo que no esté traducido por 1) -casi- siempre implican algo de un contexto histórico y social del cual tengo (deber moral) que investigar antes de leer para poder entender la historia y 2) porque no estoy acostumbrada a leer en español-no-traducido, español mexicano-venezolano o español argentino), pero esta novela corta se convirtió en uno de mis libros favoritos en el mismo instante en que lo tuve en mis manos.

Es una historia dinámica, ocurrente, divertida, e incluso si el realismo mágico no es lo tuyo (como me pasó a mí) logra atraparte enseguida si tenés ganas de leer algo corto pero encantador.

Sin más comentarios que hacer, es altamente recomendable y una de mis favoritas.