Comencemos diciendo que Josh Swensen es un adolescente que va a la secundaria. Huérfano de madre, padrastro con nueva novia, solitario y enamorado de su mejor y única amiga. Hasta ahí todo normal, ¿no es así? Típica novelita estadounidense barata en busca de captar la atención de chicos y chicas entre trece y dieciocho años contando la historia que a uno le podría pasar…

Pero hay más, ¡mucho más! Josh, en el Internet, es Larry, un anónimo que busca denunciar en cómo el consumismo extremo y la publicidad nos está lavando la cabeza, siendo que su padrastro es publicista… Larry llega a hacer muchísimas cosas, marchas, una especie de Woodstock sin patrocinadores… incluso tiene fans club, ¡liderado por Beth, su mejor amiga, que no sabe quién es Larry en realidad! Pero, ¿quién es Betagold? ¿Por qué lo molesta tanto? ¿Qué es lo que busca de Larry o, inclusive, de Josh?

Este es un libro que me marcó. Lo leí a los trece años por una simple suma de $13.50, pensando que sería alguna historia de amor como la que Bella tendría con Edward, como un diario íntimo del chico contando las cosas que le pasaban con la chica… y, gracias a Dios, me equivoqué.

A mis trece, después de leer este libro, fue cuando comencé a querer ser periodista, a darle a la gente otra imagen de la realidad, que puedan ver las cosas de diferente modo. No de cambiar su pensamiento, en lo absoluto, sino de darles otra posible forma de pensar que quizás no es totalmente igual a la suya.

Este es un libro que, si te sentás a leerlo tranquilo y analizando las pequeñas cosas, te va a hacer cambiar tu forma de pensar en muchas cosas. No sirve para leer de una tirada y ya. Es de esos libros para disfrutar un día de lluvia, con un café calentito o una chocolatada bien cargada.

Por más que no hayas vivido las situaciones a las que Josh se enfrenta, siempre podrás identificarte en algo. Por ejemplo, ¿jamás has preguntado algo al aire y esperado a la próxima respuesta de un desconocido en medio de un supermercado para saber qué te dice el universo? Bien, yo sí… y Josh también. Y son pequeñas cosas que quizás ahora que ya casi cumplo diecisiete años no me llaman la atención o no me importan demasiado, pero tener a alguien que hiciera eso a mis trece años fue alentador. Jamás había encontrado a alguien que lo hiciera.

Es muy difícil de conseguir, a decir verdad. Yo lo encontré en una rebaja, pero jamás lo había visto en ninguna parte, incluso he preguntado en las librerías y no conocen el libro y tampoco a la autora… así que soñaré con poder leer su secuela (Vote for Larry) en español. Quizás algún día lo lea en inglés.

Larry ha sido mi mayor inspiración para mí. Cambió mi forma de pensar, como dije arriba, me dio ganas de ser periodista… ¡incluso a mi hermana le gustó, que no lee ni las revistas del supermercado! Por más que me guste muchísimo un libro X, este será siempre mi favorito. Me mostró las vías a seguir en la vida, fue un gran paso para formarme como persona hoy en día…

Y pensar que gracias a un libro una persona puede comenzar o terminar de formarse…